Introducción
En los últimos días, Israel ha experimentado un cambio sísmico en su realidad geopolítica. La Israel del 7 de octubre es una nación que enfrenta peligros sin precedentes desde su independencia en 1948. Este cambio radical se debe a tres razones fundamentales que amenazan la seguridad y la estabilidad del país.
Amenazas del Siglo XXI
La primera amenaza proviene de enemigos que combinan visiones teocráticas medievales con armamento de vanguardia del siglo XXI. Grupos respaldados por Irán, como Hamas, Hezbollah, milicias islámicas en Iraq y los hutíes en Yemen, han evolucionado de pequeñas milicias a ejércitos modernos con capacidad cibernética, cohetes de largo alcance y drones. La sorprendente entrada en escena del presidente Putin, abiertamente respaldando a Hamas, ha creado una amenaza de guerra total desde todos los puntos cardinales.
Desafío Diplomático
El segundo peligro radica en la necesidad de Israel de contar con aliados sólidos y legitimidad internacional para enfrentar esta guerra multifacética. El presidente Biden ha mostrado heroísmo al apoyar la legítima meta de Israel de desmantelar el régimen terrorista mesiánico de Hamas en Gaza. Sin embargo, la legitimidad sostenible requiere que Israel participe en una iniciativa diplomática que indique su disposición a discutir soluciones de dos estados en el futuro, siempre que los líderes palestinos logren la unidad política.
Líderazgo en Crisis
El tercer y más profundo desafío surge del liderazgo actual de Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu, centrado en mantener el apoyo de su base de extrema derecha, prioriza sus intereses sobre la solidaridad nacional. Esta actitud obstaculiza la construcción de coaliciones internacionales necesarias para la defensa de Israel y socava la posibilidad de un avance diplomático.
La Realidad en el Terreno
La amenaza se ha materializado en la huida de más de 200,000 israelíes de las zonas fronterizas y el aumento de los precios de la vivienda en las ciudades centrales. La efectividad de Hamas y Hezbollah en crear un éxodo sin invadir directamente refleja la complejidad estratégica que enfrenta Israel.
El Costo Humano
La violencia desatada el 7 de octubre ha dejado a más de 1,400 soldados y civiles israelíes muertos. Este evento no solo ha endurecido los corazones israelíes hacia el sufrimiento en Gaza, sino que también ha generado humillación y culpa en el ejército y el sistema de defensa por no cumplir su misión fundamental: proteger las fronteras.
Perspectivas Futuras
En este conflicto de raíces bíblicas, la política de "ojo por ojo" prevalece, posponiendo cualquier reflexión sobre soluciones futuras. Sin embargo, el liderazgo actual, en especial las declaraciones de Netanyahu sobre el control indefinido de Gaza, plantea interrogantes sobre el futuro político y territorial de Israel.
Conclusión
En conclusión, Israel se encuentra en una encrucijada crítica. La sustitución del actual liderazgo y la formación de un gobierno de unidad nacional son imperativos para afrontar la guerra y sus secuelas. La solidaridad interna y el apoyo internacional son la clave para la supervivencia de Israel en este momento oscuro.