La entrevista médica (2024)

La entrevista médica es la herramienta diagnóstica y terapéutica más versátil del médico en ejercicio. Sin embargo, la entrevista es también una de las habilidades clínicas más difíciles de dominar. Las demandas que se le hacen al médico son tanto intelectuales como emocionales. Las habilidades analíticas del razonamiento diagnóstico deben equilibrarse con las habilidades interpersonales necesarias para establecer una relación con el paciente y facilitar la comunicación.

La entrevista a menudo se considera parte del "arte" en contraste con la "ciencia" de la medicina. Hay muchas razones para disputar esta distinción. Quizás lo más convincente es que etiquetarlo como un "arte" elimina la entrevista del ámbito de la evaluación crítica y sugiere que hay algo mágico o misterioso en la entrevista que no se puede describir ni enseñar. Este capítulo demostrará la validez de la entrevista como ciencia clínica basada en la observación crítica y el análisis del paciente sin disminuir su entusiasmo como actividad clínica. Proporciona una guía para realizar entrevistas iniciales y dar sentido a lo que sucede. Describirá el conocimiento, las actitudes y las habilidades que conducen a una entrevista eficaz. La discusión se centrará en la entrevista de diagnóstico orientada al problema, pero también se mencionarán la entrevista de promoción de la salud y las entrevistas durante las visitas de seguimiento.

Antes de leer este capítulo, el estudiante debe tener en cuenta que entrevistar es una habilidad práctica que solo se puede aprender haciendo. Ninguna cantidad de lectura puede reemplazar la experiencia de hablar con los pacientes, especialmente si las entrevistas del estudiante pueden ser observadas y criticadas. Como médicos, de hecho pasamos gran parte de nuestro tiempo hablando con los pacientes.

Naturaleza y objetivos de la entrevista

La mayoría de los médicos califican el historial médico del paciente como de mayor valor diagnóstico que el examen físico o los resultados de las investigaciones de laboratorio.Rico, 1987). El adagio clínico de que alrededor de dos tercios de los diagnósticos se pueden hacer sobre la base de la historia clínica ha conservado su validez a pesar de los avances tecnológicos del hospital moderno. Una historia clínica precisa también proporciona enfoque al examen físico, haciéndolo más productivo y eficiente en el tiempo. Las hipótesis clínicas generadas durante la entrevista proporcionan la base para una utilización rentable del laboratorio clínico y otras modalidades de diagnóstico.

La utilidad diagnóstica de la entrevista se complementa con su poder terapéutico. Como medio a través del cual se establece una relación positiva entre el médico y el paciente, una entrevista empática centrada en el paciente puede reforzar el sentido de autoestima del paciente y disminuir los sentimientos de impotencia que a menudo acompañan a un episodio de enfermedad. La alianza terapéutica forjada durante el encuentro clínico proporciona la base para la atención y educación continua del paciente.

El estudiante puede preguntarse en qué se diferencia la entrevista médica de otras conversaciones y por qué se requieren habilidades especiales. Es el sentido de orientación lo que distingue la entrevista médica de las conversaciones casuales de la mayoría de los encuentros sociales. Fundamentalmente, la entrevista médica es una conversación intencionada que se lleva a cabo con un conjunto de metas y prioridades claramente mantenidas en la mente del médico. Su dirección refleja las necesidades respectivas de ambos participantes: paciente y médico. El paciente ingresa a la entrevista buscando alivio de las molestias e incertidumbres de la enfermedad, mientras que el médico realiza activamente la entrevista para aclarar los problemas del paciente y derivar planes diagnósticos y terapéuticos para el beneficio del paciente. Durante la entrevista, la necesidad del paciente de que se escuche su historia y se comprenda su sufrimiento se equilibra con la necesidad del médico de saber y comprender tanto como sea posible sobre el paciente y sus problemas (Ángel, 1988). Para la mayoría de los médicos, el aspecto más difícil de entrevistar a los pacientes es mantener un equilibrio entre la agenda del paciente y la del médico; entre dirigir activamente el encuentro y facilitar el informe espontáneo de la historia del paciente. En el mejor de los casos, la entrevista se convierte en un diálogo entre dos personas impulsadas hacia un objetivo común.

Las entrevistas orientadas a problemas y de promoción de la salud

Las entrevistas médicas son de dos tipos básicos:el orientado al problemay elpromoción de la saludentrevistas (Levinson, 1987). Los objetivos de la entrevista orientada al problema reflejan la solicitud de ayuda del paciente con problemas específicos. La entrevista de promoción de la salud establece una base de datos sobre los problemas de salud actuales y pasados ​​del paciente, evalúa los factores de riesgo de salud actuales (p. ej., tabaquismo, dieta, consumo de alcohol, enfermedades hereditarias en la familia) y puede detectar evidencia temprana de enfermedad (p. ej., cambio en los hábitos intestinales, pérdida de peso, molestias torácicas) que el paciente no consideró lo suficientemente graves como para justificar una visita específica al médico. En realidad, la mayoría de los encuentros médicos combinan los enfoques orientados a problemas y de promoción de la salud. Los temas de promoción de la salud son importantes para todos los pacientes, y los pacientes que acuden al médico para un "chequeo de rutina" pueden tener preocupaciones ocultas sobre síntomas específicos. De hecho, un interrogatorio cuidadoso sobre por qué y cuándo un paciente programa un chequeo de rutina a menudo revela importantes problemas de salud.

Funciones de Diagnóstico: Proceso y Contenido

La entrevista médica proporciona dos categorías de información que no están disponibles en ninguna otra fuente:quéel paciente dice sobre la enfermedad ycómose dice. Lo que el paciente le dice al médico proporciona los hechoscontenidode la historia medica. El contenido fáctico es lo que el médico edita y registra en el registro escrito: la historia clínica. Debe incluir un informe completo y cronológico de la enfermedad del paciente con suficiente información, tanto positiva como negativa, para un razonamiento diagnóstico preciso e inclusivo con respecto a las posibles etiologías de los problemas del paciente. Elprocesode la entrevista es lo que realmente sucede entre el médico y el paciente durante su encuentro.

La observación del proceso, tanto verbal como no verbal, proporciona información importante sobre el paciente como persona. A través del comportamiento del paciente durante la entrevista (p. ej., expresiones faciales, postura, gestos), él o ella comunica preocupaciones emocionales, reacciones a la enfermedad y estilo de relacionarse con los demás. Los cambios repentinos de tema, la evitación de ciertos temas y el flujo de asociaciones espontáneas pueden señalar preocupaciones que no se expresan directamente. El estilo de comunicación y el comportamiento del médico durante la entrevista también es un elemento crítico del proceso de entrevista.

La distinción entre contenido y proceso destaca las habilidades duales requeridas en la entrevista médica: analítica e interpersonal. Aunque estas habilidades pueden discutirse por separado, deben practicarse juntas. La claridad y validez de la información recopilada durante la entrevista (su contenido) puede estar determinada de manera crítica por la calidad de la relación que se desarrolla entre el paciente y el médico (su proceso). Una revelación franca de las preocupaciones del paciente es más probable que ocurra en el contexto de un estilo de entrevista sin prejuicios.

Un comentario final sobre el proceso y el contenido puede ser útil para el estudiante principiante. El contenido y la organización de la historia clínica escrita a menudo se confunden con el proceso mediante el cual el médico recoge la información durante la entrevista. La historia clínica escrita es en realidad un esfuerzo periodístico en el que el médico edita y organiza el informe espontáneo del paciente en una presentación formal y organizada. El producto final en el cuadro médico puede tener poca semejanza con el trabajo que realiza el médico al lado de la cama. Los pacientes rara vez informan sus síntomas de una manera organizada y lógica comparable a las descripciones de enfermedades en los textos médicos. De hecho, los pacientes se quejan de enfermedad o dolencia en lugar de exponer sus problemas en términos de las categorías fisiopatológicas de la enfermedad. Los estudiantes que esperan que sus pacientes presenten complejos de síntomas clásicos de manera organizada experimentan una frustración considerable y pueden desilusionarse rápidamente con la medicina clínica. La queja de que "el paciente era un mal historiador" puede reflejar expectativas poco realistas por parte del entrevistador.

En la práctica clínica, la entrevista es un esfuerzo colaborativo entre el médico y el paciente.Reiser (1980)establece que, "El médico, sin importar qué tan hábil sea, no puede simplemente extraer una historia de su paciente. El paciente, sin importar qué tan articulado sea, no puede dar una historia en forma final sin la ayuda y la guía del médico". Decir que "tomamos una historia" del paciente implica que la historia de la enfermedad se puede extraer del paciente como si se sacudiera una moneda de una alcancía. Esta concepción errónea de la entrevista médica conduce a intentos frustrados de sacudir la historia como si el paciente escondiera voluntariamente esta valiosa moneda.

Tareas terapéuticas: establecimiento de una relación de ayuda

La relación de ayuda es una piedra angular de la atención médica (Rogers, 1961). En la práctica de la medicina, la entrevista médica brinda quizás la vía más importante para establecer una relación de ayuda basada en la confianza y el compromiso. Esto no ocurre por arte de magia. El médico emplea activamente técnicas de entrevista para promover la relación. El interés sin juzgar los problemas del paciente (escucha activa), la empatía (comunicar al paciente una evaluación precisa del estado emocional) y la preocupación por el paciente como persona única se encuentran entre las herramientas más importantes del repertorio interpersonal del médico. Estas técnicas no solo fortalecen el vínculo terapéutico, sino que mejoran el poder diagnóstico de la entrevista al brindarle al paciente una audiencia atenta y receptiva.

Muchas visitas al médico, excluyendo aquellas por enfermedades catastróficas, están motivadas por una solicitud de interpretación de síntomas que el paciente encuentra confusos (Barski, 1980). Al ayudar al paciente a describir y ordenar las experiencias, el médico puede brindar explicaciones y significado a eventos y sentimientos que antes eran desconcertantes y amenazantes. El sentido de control del paciente puede restablecerse de manera realista, y los sentimientos de impotencia y desesperanza pueden abordarse en el contexto de la relación de ayuda. Los problemas se pueden reformular y priorizar para ayudar al paciente a desarrollar sus propias soluciones. Obviamente, los objetivos de la entrevista médica tienen mucho en común con la psicoterapia. Además, los pacientes que sienten que su historia se toma en serio pueden sentirse alentados a convertirse en participantes más activos en su atención médica. El cumplimiento y la cooperación del paciente con los planes diagnósticos y terapéuticos futuros a menudo dependen de la habilidad del médico para desarrollar y negociar un plan de manejo que fomente la participación y la iniciativa del paciente.

El método que usa un médico para establecer una relación difiere con cada entrevista. Cada encuentro es único. Un paciente puede responder mejor a un toque tranquilizador, otro a una interpretación oportuna de preocupaciones emocionales, otro a un momento de silencio compartido. La observación de las respuestas del paciente sirve como guía para el médico sobre qué técnicas emplear y proporciona información sobre cuándo y cómo cambiar de rumbo. Los pacientes demuestran una notable variedad de respuestas a la entrevista médica que refleja la variedad de tipos de personalidad humana y las respuestas a la enfermedad. La ira, la ansiedad, la negación, la vaguedad en los detalles, el embellecimiento emocional y las expectativas o demandas irrazonables son solo algunos de los desafíos difíciles pero comunes en la entrevista médica.

Realización de la entrevista

Los primeros minutos: saludos y garantía de la comodidad del paciente

Durante los primeros minutos de la entrevista, el médico prepara activamente el escenario para una interacción efectiva. Dado que la entrevista comienza con un encuentro entre extraños, el médico y el paciente, es importante que las presentaciones sean claras. Comunican el respeto del médico por el paciente como individuo único. Los sentimientos de ansiedad son comunes durante los momentos iniciales del encuentro y pueden ser particularmente intensos para el estudiante principiante que no está seguro de su rol. Una declaración simple suele ser una buena manera de comenzar.

Hola Sra. Parish, mi nombre es John Simmons. Soy un estudiante de medicina de segundo año aquí en la escuela. Lo entrevistaré durante aproximadamente 30 minutos para saber qué tipo de problemas tiene y cómo lo han afectado. ¿Estará esto bien? ¿contigo?

Esta introducción establece los nombres, los roles, el propósito (incluido el interés en la respuesta del paciente a la enfermedad) y los límites de tiempo de la entrevista. Por supuesto, es importante llamar a la puerta antes de entrar en la habitación del paciente para comenzar la entrevista. Desafortunadamente, esta cortesía a menudo se descuida durante las visitas al hospital.

Evaluar la comodidad del paciente es el siguiente paso. Una máscara intravenosa o de oxígeno, las expresiones faciales de angustia o una cubeta de emesis al lado de la cama brindan pistas no verbales al médico alerta. Llevar un vaso de agua, levantar la cabecera de la cama o ayudar al paciente a ir al baño puede ser muy apreciado. También brindan una oportunidad natural para un toque cariñoso. Preguntas como "¿Cómo te sientes?" "¿Estás cómodo ahora?" "¿Te sientes lo suficientemente bien como para hablar ahora?" son útiles.

Lo mejor es realizar la entrevista en un ambiente tranquilo y privado. Esto puede ser imposible en un hospital ocupado. Sin embargo, se pueden apagar los televisores, cerrar las puertas y correr las cortinas. La barandilla de la cama debe bajarse para eliminar esta barrera física a la comunicación. Si el paciente se siente lo suficientemente bien, puede ser mejor ayudarlo a sentarse en una silla. La diferencia entre entrevistar a un paciente que está acostado en la cama y uno que está sentado en una silla puede ser sorprendente. Este simple acto puede enfatizar la autonomía del paciente y su participación activa en la entrevista.

Si hay miembros de la familia u otros visitantes en la habitación del paciente, el médico debe presentarse a todos los presentes y explicar el propósito de la entrevista. Si se les permite quedarse, el entrevistador debe informar a la familia que se debe dar al paciente la oportunidad de hablar sin interrupciones excesivas ni comentarios editoriales. Si la familia no cumple, este problema debe ser abordado directamente.

"Calibrando" la Entrevista

Los primeros minutos brindan al médico observador información valiosa sobre el estilo de comunicación y el comportamiento del paciente, además de proporcionar una lista tentativa de problemas. Algunos pacientes necesitan un estímulo considerable para discutir sus problemas actuales, mientras que otros necesitan que se establezcan límites debido a una historia incoherente. El vocabulario y la claridad de expresión del paciente pueden evaluarse al inicio del encuentro. Las reacciones emocionales como la ansiedad, la actitud defensiva o la hostilidad suelen ser evidentes. Todos estos elementos son importantes para determinar la confiabilidad del paciente como historiador. Los primeros minutos dan tiempo al entrevistado para "calibrar" sus técnicas al paciente individual (Engel). Al reconocer las emociones del paciente y responder a ellas de manera comprensiva, el médico puede realizar una entrevista eficaz centrada en el paciente. Como ejemplos, el entrevistador esperará que el paciente confundido proporcione una historia confusa; el paciente emocionalmente reactivo para embellecer y exagerar síntomas o reacciones; y el paciente deprimido se retrae y requiere un apoyo considerable.

Cuestionar, Escuchar y Observar

Una vez completadas las introducciones y evaluada la comodidad del paciente, el médico debe decidir cómo iniciar más preguntas. A algunos médicos les gusta preguntar sobre los antecedentes sociales y personales del paciente, incluida la residencia, el empleo y la familia. Aunque esta técnica funciona bien con algunos pacientes, a otros les resulta molesto. Parecen esperar una indagación más directa sobre su salud y sus problemas actuales. Las preguntas de apertura que se usan con frecuencia incluyen: "¿Qué problemas lo trajeron al hospital (o al consultorio) hoy?" o "¿Qué tipo de problemas has tenido recientemente?" o "¿Qué tipo de problemas te gustaría compartir conmigo?" Estas preguntas abiertas y no directivas alientan al paciente a informar sobre cualquier problema. En este punto de la entrevista es importante dejar que el paciente hable espontáneamente en lugar de restringir y dirigir el flujo de información con múltiples preguntas. Deje que el paciente hable libremente durante los primeros minutos antes de iniciar una investigación más detallada.

DeBeckman (1984)Según las observaciones de los residentes de medicina interna, parece que los médicos interrumpen con demasiada frecuencia a sus pacientes en los primeros segundos de la entrevista. Se impide que los pacientes expresen sus principales preocupaciones. Estas preocupaciones no expresadas pueden convertirse en parte de una "agenda oculta" no porque el paciente las esté ocultando, sino porque el médico no le ha dado al paciente la oportunidad de hablar. Lo que el paciente dice primero puede no ser lo único o incluso lo más importante. queja.

La selección prematura de una dirección para un interrogatorio detallado (por ejemplo, un informe de fatiga generalizada) puede confundir o distraer al paciente de informar otros problemas, quizás más significativos (por ejemplo, dolores en el pecho y temor a problemas cardíacos). Comenzar con directivas, preguntas cerradas al principio de la entrevista comunica que el paciente debe permanecer en silencio hasta que se le haga una pregunta específica. El paciente puede sentir, por una buena razón, que su queja principal está siendo ignorada. El médico, a su vez, puede sentirse frustrado cuando las preguntas directas conducen a callejones sin salida. La tarea del médico es ardua porque debe pensar en una nueva pregunta después de cada respuesta del paciente. En tales situaciones, describir al paciente como un "pobre historiador" oscurece el hecho de que el principal problema surge de la selección prematura de una línea de investigación por parte del médico antes de que se definiera el alcance total de las preocupaciones del paciente y el uso excesivo por parte del médico de una pregunta cerrada: respuesta técnica interaccional.

Técnicas de Facilitación

Para obtener información precisa e imparcial, ejerza solo el control sobre la entrevista que sea necesario. La tarea del médico es hacer que el paciente hable sobre la enfermedad de manera productiva. Se emplean técnicas de facilitación para alentar y guiar el informe espontáneo del paciente. Estos incluyen el uso de posturas, gestos y palabras para indicar que el entrevistador está interesado en lo que dice el paciente. Estas técnicas aseguran al paciente que debe seguir hablando y le dan tiempo para pensar y responder. Un silencio compartido a menudo ayuda al flujo de la entrevista si el entrevistador mantiene contacto visual y una actitud interesada. No es necesario hacer una pregunta cada vez que el paciente se queda en silencio. Los silencios a menudo ayudan al paciente a revivir las emociones y proporcionan el tiempo necesario para la reflexión. La mayoría de los entrevistadores pueden juzgar si un paciente está pensando activamente durante el silencio o si necesita ayuda para comenzar de nuevo. Pida al paciente que continúe con un informe espontáneo repitiendo la última frase del paciente en un tono inquisitivo como "... ¿sintió que le faltaba el aire?" O bien, haz una declaración de observación como: "Dejaste de hablar hace unos momentos después de contarme sobre tu pérdida de peso... ¿puedes decirme en qué estás pensando?" Asentimientos ocasionales con la cabeza, siguiendo la respuesta del paciente con "¿Sí?" o "¿y luego?" o "¿eh, eh?" en un tono interrogativo puede hacer que el paciente siga hablando.

La queja principal del paciente

Antes de seleccionar el enfoque para el interrogatorio, pregunte: "¿Algo más?" o "¿Tienes algún otro problema?" Si la lista es extensa y obviamente supera el límite de tiempo disponible para la entrevista, pregunte: "¿Cuál de estos problemas le preocupa o le molesta más?" o "¿Con cuál de tus problemas esperabas que pudiera ayudarte hoy?" Luego, el médico clasifica los problemas en orden de importancia y escucha patrones que sugieran procesos de enfermedad. Algunos problemas estarán claramente relacionados con la queja principal. Otros no están relacionados o solo tienen una relevancia posible.

Puede resultar evidente que el paciente está más preocupado por problemas que el médico considera de menor prioridad o menos urgentes. Por ejemplo, el paciente puede estar más preocupado por sus finanzas, mientras que el médico quiere aprender más sobre el dolor de pecho y las palpitaciones. En general, el médico debe comunicar brevemente su preocupación por las principales inquietudes del paciente, incluso si no parecen ser importantes desde el punto de vista médico. Por ejemplo,

Ha mencionado bastantes problemas y es posible que no tengamos tiempo para aclararlos todos ahora. Puedo ver que estás muy preocupado por tus finanzas. Esas preocupaciones necesitarán más atención... y trabajaremos en ellas. Lo que me gustaría hacer ahora es averiguar más acerca de su dolor de pecho y el desmayo que mencionó.

El médico no puede suponer que todas las preocupaciones del paciente se plantearán al principio de la entrevista. Los pacientes pueden hablar de problemas vergonzosos o confidenciales cuando se ha profundizado la relación y la confianza. No es raro que el paciente saque a relucir cuestiones importantes solo al final del encuentro al decir: "Ah, por cierto, doctor...".

La Historia de la Enfermedad Presente (H.P.I.) o Historia de la Enfermedad

El clínico ahora explora de la manera más completa posible los principales problemas del paciente, siguiendo las pistas obtenidas durante la discusión de la queja principal. La historia de la enfermedad actual (HPI) incluye toda la historia del paciente, tanto reciente como remota, que es pertinente para comprender la enfermedad actual. Al completar el HPI, el médico a menudo recopilará información pertinente sobre los antecedentes del paciente (por ejemplo, antecedentes de hipertensión en un paciente con accidente cerebrovascular), los antecedentes familiares del paciente (por ejemplo, antecedentes familiares de cáncer de mama en un paciente con un bulto en la mama), y la historia social (por ejemplo, discordia doméstica en un paciente con insomnio y fatiga).

Cada nueva pieza de información se evalúa en cuanto a confiabilidad, integridad y relevancia para el problema del paciente. El médico debe escanear repetidamente la información ya recopilada en busca de complejos de síntomas o patrones de diagnóstico. Por ejemplo, el médico que entrevista a una mujer de 30 años con fiebre, dolor de espalda y polaquiuria consideraría de inmediato la posibilidad de una infección del tracto urinario. A medida que aumenta el conocimiento de los síndromes clínicos, mejora la capacidad del médico para formular hipótesis diagnósticas más complejas. Se prueba la validez de cada hipótesis con más preguntas específicas como: "¿Alguna vez ha tenido una infección de la vejiga o del riñón? ¿Algún cálculo renal? ¿Es sexualmente activo?" A través de este proceso, las especulaciones se contrastan con la realidad objetiva y se generan hipótesis precisas.

Tipo de preguntas

Comience cada línea de investigación con una pregunta abierta y continúe con preguntas más específicas para llenar los espacios en blanco. Anime al paciente a proporcionar datos primarios con sus propias palabras sobre los síntomas en lugar de proporcionar etiquetas de diagnóstico o "rumores" de otros médicos o miembros de la familia (información secundaria o terciaria). El paciente puede necesitar entrenamiento sobre qué información busca el médico. Por ejemplo, a la paciente que se queja de su "esofa*gitis" se le debe pedir que describa sus síntomas antes de que el médico acepte esta etiqueta diagnóstica. Las preguntas deben redactarse de modo que el paciente no tenga dificultad para entender lo que se le pregunta. Evite el uso de términos técnicos y etiquetas de diagnóstico. Las preguntas del entrevistador deben indicar qué tipo de información se solicita, pero no qué respuesta se espera. La diferencia entre preguntar "¿Tienes algún problema estomacal?" y "No te duele el estómago, ¿verdad?" es obvio, pero es fácil caer en el patrón de hacer preguntas capciosas. Las preguntas efectivas suelen ser simples. Evite las preguntas de doble sentido, como "¿Tiene ¿Algún dolor de estómago o problemas de vejiga?"

Caracterización de los síntomas del paciente

Ángel (1982)describe siete dimensiones que caracterizan los aspectos corporales y emocionales de un síntoma: su cronología, ubicación corporal, calidad, cantidad, entorno, cualquier factor agravante o aliviador y manifestaciones asociadas. En general, el médico debe recopilar información que aclare las siete dimensiones para cada área de mayor preocupación. Es posible que se necesite una declaración directiva para dirigir o asesorar al paciente sobre qué información se necesita. "Una descripción detallada de sus síntomas ayudaráa míayudartú.Empecemos desde el principio."

Cronología

Una descripción cronológica proporciona el marco para caracterizar el curso de una enfermedad. El entrevistador debe obtener un informe cronológico preguntando cuándo comenzó el problema y facilitar un flujo continuo de información con preguntas como "¿Y luego qué pasó?... ¿y luego?... ¿y después de eso?" La fecha del inicio de la enfermedad puede ser difícil para algunos pacientes, pero se debe hacer una estimación general. Preguntas como "¿Cuándo te sentiste realmente bien por última vez?" o "¿Cómo te sentiste en Navidad?" puede ayudar a cronometrar el inicio de la enfermedad. Pregunte específicamente si el paciente alguna vez ha tenido síntomas similares en el pasado.

La cronología también incluye la duración de un episodio sintomático (por ejemplo, minutos para el dolor torácico de la angina, días para el dolor torácico de las fracturas de costillas), su periodicidad (por ejemplo, el dolor intermitente de una obstrucción temprana del intestino delgado versus el dolor constante de la peritonitis), y si el síntoma ha mejorado o empeorado con el tiempo.

Ubicación corporal y radiación

La ubicación corporal del dolor u otras molestias debe definirse con la mayor precisión posible. Se puede alentar al paciente a que indique la ubicación y la radiación del dolor mediante gestos con las manos, que también indican el tamaño del área involucrada. Recuerde que el paciente puede tener más de un dolor y que múltiples dolores pueden indicar múltiples procesos patológicos. Pida al paciente que caracterice y diferencie cada uno.

Calidad

La mayoría de los pacientes usan analogías para describir la calidad de una sensación. El dolor de un infarto de miocardio a menudo se describe como similar a un "tornillo" que se aprieta alrededor del pecho o "alguien parado sobre el pecho". Las palabras exactas del paciente son importantes, y no se debe suponer que una "opresión" es un "dolor". Trate de usar el vocabulario propio del paciente si es posible. Algunos pacientes usan términos muy descriptivos o cargados de emociones como "Me sentí como si alguien me estuviera apuñalando con un cuchillo". Esto proporciona pistas importantes sobre el estado emocional y la reactividad del paciente. Otros pacientes necesitan la ayuda del entrevistador para encontrar un lenguaje descriptivo. Proporcionar al paciente una selección de descripciones como "¿El dolor fue agudo o sordo?" puede ser necesario, aunque el médico debe darse cuenta de que limitar la respuesta del paciente a estas dos alternativas puede sesgar la historia.

Cantidad

La intensidad del dolor puede estimarse en una escala del 1 al 10 o compararse con otro dolor que haya experimentado el paciente. El método escalar es particularmente útil para seguir la intensidad de los síntomas a lo largo del tiempo. Otros ejemplos de cantidad incluyen volumen (por ejemplo, la cantidad de esputo expectorado en un día), número (por ejemplo, la cantidad de veces que el paciente ha perdido el conocimiento) y el grado de deterioro que sufre el paciente. El deterioro o la discapacidad se caracterizan mejor en términos de las actividades diarias habituales del paciente, como la disnea al subir escaleras en casa o el dolor torácico al barrer el suelo. Algunos pacientes minimizan mientras que otros amplifican la cantidad o intensidad de sus síntomas, indicadores importantes de respuestas emocionales y estilos de comunicación.

Configuración

El entorno en el que se presentan los síntomas suele ser fundamental para desarrollar una descripción clara de una enfermedad. "¿Dónde estabas cuando te sentiste enfermo por primera vez?" "¿Que estabas haciendo?" "¿Quién estaba contigo?" son excelentes preguntas para usar al principio de la entrevista. Las hipótesis con respecto a la etiología de los síntomas con frecuencia surgen de la comprensión de los eventos físicos, sociales o emocionales que acompañan a un episodio de enfermedad.

Factores agravantes y atenuantes

Los datos iniciales sobre qué empeora un síntoma y qué lo mejora fluyen del relato espontáneo del paciente. La opresión torácica provocada por el esfuerzo o la dificultad para respirar por la noche que se alivia al sentarse apunta a procesos patológicos específicos, angina de esfuerzo y disnea paroxística nocturna. El conocimiento de los síndromes clínicos agudiza el oído del médico en busca de pistas y proporciona la base para una línea de investigación dirigida. Por ejemplo, el médico le preguntaría al paciente que informa la aparición repentina de dificultad para respirar y dolor en el pecho cuatro días después de una fractura de tibia si el dolor era pleurítico (empeorado con la respiración profunda o la tos), un síntoma asociado con la embolia pulmonar. El médico también recopila datos sobre qué tipo de ayuda ha buscado el paciente para el síntoma y los tipos de tratamientos ya probados, incluidos los medicamentos recetados y de venta libre.

Manifestaciones asociadas

Los síntomas rara vez ocurren solos. El médico debe escuchar grupos de síntomas relacionados que proporcionen pistas diagnósticas sobre procesos patológicos y órganos involucrados. El médico podría preguntar: "Cuando tuvo dolores en las articulaciones, ¿notó algo más?" Si la respuesta del paciente es positiva, se le pide que describa los síntomas asociados a través de preguntas abiertas. Más aclaraciones se pueden obtener más adelante utilizando preguntas más específicas. Incluso si el paciente no refiere síntomas asociados, el médico puede decidir hacer preguntas dirigidas que ayuden a apoyar o rechazar una posibilidad diagnóstica dada. Cuando el paciente se queja de dolores en las articulaciones, el médico puede preguntar: "¿Ha tenido fiebre? ¿Sudores nocturnos? ¿Erupción? ¿Sensibilidad al sol? ¿Irritación en los ojos? Las respuestas negativas, a menudo denominadas negativas pertinentes, pueden ser tan importantes como las positivas en definen la naturaleza y la gravedad de la enfermedad y ayudan a "aceptar" o "descartar" diagnósticos específicos.

Otros aspectos pertinentes de un síntoma

Varias otras dimensiones deben ser buscadas en una entrevista integral, incluyendo las reacciones emocionales del paciente a la enfermedad y los medios del paciente para hacer frente a la incomodidad y la discapacidad. Las reacciones del paciente a los acontecimientos suelen ser tan importantes como los propios acontecimientos. Además, los pensamientos y fantasías del paciente acerca de lo que pudo haber causado la enfermedad son importantes para comprender por qué, cuándo y de quién decidió el paciente buscar atención. La mayoría de los episodios de enfermedad se tratan fuera del consultorio médico. Tanto en las entrevistas orientadas a problemas como en las de promoción de la salud, es interesante preguntar por qué el paciente decidió buscar atención ahora. Los pacientes a menudo tienen fantasías específicas, tal vez poco realistas, sobre lo que el médico hará o puede hacer. El entrevistador debe tratar de identificarlos. El modelo explicativo de la enfermedad del paciente, que difiere con cada paciente y con cada grupo cultural, puede determinar significativamente el comportamiento de un individuo durante una enfermedad y afectar el cumplimiento de la terapia médica. La negociación puede acercar al médico y al paciente (Kleinman et al., 1978).

Resumiendo el Hpi

El entrevistador utiliza la discreción clínica para determinar cuándo se ha definido claramente la historia de la enfermedad actual. Resumir la historia es una forma útil de concluir esta sección de la entrevista. "Antes de continuar, veamos si entiendo su historial. En marzo pasado notó por primera vez..." Este resumen le da al paciente la oportunidad de verificar la precisión del historial y le da al médico la oportunidad de revisar el historial en busca de lagunas o falta de información. claridad.

Cuando se complete el HPI, el médico habrá recopilado una gran cantidad de datos sobre los segmentos restantes del historial médico: el historial médico anterior, el historial familiar, el historial social/perfil del paciente y la revisión de los sistemas. Por supuesto, la nueva información puede aparecer en cualquier momento. Durante el resto de la entrevista, el médico indica al paciente que llene los espacios en blanco, completando el resto de la historia.

Declaraciones transitorias

Antes de continuar con cada nueva sección, haga una declaración de transición clara. Por ejemplo, "Creo que tengo una idea bastante clara de sus principales problemas y cómo se han desarrollado. Ahora me gustaría hacerle algunas preguntas sobre su salud anterior.” Las declaraciones de transición preparan al paciente para lo que viene a continuación.

Historia médica pasada

Una revisión de los problemas y tratamientos médicos anteriores que no pertenecen directamente al HPI completa el historial médico anterior. Un diagnóstico previo de diabetes mellitus en un paciente con un dedo del pie gangrenoso pertenece al HPI, mientras que una apendicectomía remota no. El historial médico pasado define una base de datos para futuras referencias. Los elementos principales del historial médico pasado incluyen enfermedades infantiles y adultas, operaciones, traumatismos, alergias y sensibilidades a medicamentos (caracterizadas en detalle), inmunizaciones y mantenimiento de la salud (por ejemplo, estado de PPD y si la paciente se realiza o no un autoexamen de mamas). , tiene pruebas de Papanicolaou o sigmoidoscopías de rutina).

Historia familiar

Los problemas médicos en los miembros de la familia deben revisarse con especial atención a los trastornos hereditarios. Además, la reacción del paciente a una enfermedad en la familia puede influir en la respuesta a problemas médicos personales. Los antecedentes familiares de hipertensión e infarto de miocardio se incluirían en el HPI de un paciente con dolor torácico de nueva aparición. Las limitaciones de tiempo pueden impedir una investigación detallada sobre la salud de cada miembro de la familia. Sea discreto si la familia es muy numerosa y, en pacientes de edad avanzada, recuerde que el objetivo principal de la historia familiar es evaluar los factores de riesgo para la salud actual y futura del paciente.

Historial social/perfil del paciente

El médico recopila datos personales sobre el paciente para completar el perfil del paciente. Gran parte de esta información habrá surgido a medida que el paciente describa su historia de la enfermedad actual, pero las lagunas suelen ser evidentes. Durante la parte de la historia social de la entrevista, el médico puede recopilar datos sobre la educación, la ocupación, las actividades diarias habituales, el estado funcional, las relaciones con amigos y familiares, el apoyo social y el estrés del paciente, el estado financiero/la cobertura del seguro y hábitos como el uso de cigarrillos o alcohol que tienen consecuencias conocidas para la salud. Una vez más, la relevancia para la salud del paciente y la adaptación a la vida guían al entrevistador a la hora de decidir cuánta información recopilar.

Revisión de Sistemas (R.O.S.)

Antes de concluir la entrevista, el médico debe completar una lista de verificación de síntomas para asegurarse de que se hayan considerado todas las áreas importantes de la salud física y psicológica del paciente. Algunos médicos prefieren completar la revisión de los sistemas mientras examinan al paciente, pero esto puede distraer al estudiante principiante. Comience la revisión de los sistemas con una pregunta abierta como "¿Tiene algún otro problema que no hayamos discutido?" Si el paciente menciona un nuevo problema, los síntomas se pueden caracterizar aún más. Una declaración de transición prepara al paciente para siguiente línea de preguntas: "Antes de pasar al examen físico, me gustaría hacerle una serie de preguntas sobre problemas de salud específicos. Deténgame si tiene uno de estos problemas y averiguaremos más al respecto". El entrevistador debe indagar acerca de cada sistema de manera ordenada. Preguntas como "¿Haalguna veztenido dolores de cabeza?" puede tener el efecto no deseado de inspirar una respuesta demasiado completa del paciente. Trate de proporcionar dirección y límites con lo siguiente. "Me gustaría preguntarle acerca de sus otros problemas de salud recientes. ¿Has tenido algunaseverodolores de cabeza¿recientemente?" La revisión completa de los sistemas debe tomar menos de 5 minutos si el médico comienza con una solicitud abierta de información antes de continuar. Algunos pacientes tienen una "revisión positiva de los sistemas": problemas en todas las áreas. Esto puede indicar problemas emocionales que causan al paciente para amplificar los síntomas y usarlos para obtener atención y apoyo emocional.

Cerrar la entrevista

Antes de cerrar la entrevista, pregunte al paciente si hay algo más que le gustaría comentar o si tiene alguna pregunta. Luego, el médico procede con el examen físico. Curiosamente, algunos pacientes se vuelven bastante habladores durante el examen. Parecen tranquilizados por el toque del médico y pueden sentirse más tranquilos que cuando están sentados cara a cara durante la entrevista. El examen de una región o sistema corporal específico puede recordarle al paciente detalles previamente olvidados de considerable importancia diagnóstica. El médico alerta se quitará el estetoscopio de los oídos el tiempo suficiente para escuchar lo que el paciente tiene que decir.

Las técnicas de comunicación son de importancia crítica cuando el médico informa sobre los hallazgos de la historia clínica y el examen físico. Las discusiones de diagnóstico y pronóstico son más efectivas si se adaptan al estilo cognitivo y de comunicación individual del paciente. Las preocupaciones emocionales especiales descubiertas durante la entrevista pueden guiar un enfoque sensible para compartir noticias y prepararse para el futuro. El conocimiento que tiene el médico del paciente como persona proporciona la base para la educación del paciente. En un sentido muy real, la entrevista continúa a lo largo del encuentro clínico.

Diagnóstico y resolución de problemas en la entrevista

Incluso el médico más capacitado puede encontrar problemas al entrevistar a los pacientes. Para que la entrevista vuelva a encarrilarse, el médico debe reconocer el problema y encontrar una solución. Los problemas de entrevista se pueden dividir aproximadamente en tres categorías:

  1. Problemas con el paciente (por ejemplo, reacciones emocionales intensas, estado mental alterado, fantasías poco realistas sobre el médico).

  2. Problemas con el entrevistador (por ejemplo, una actitud demasiado crítica, un enfoque demasiado directivo en las preguntas, falta de escucha al paciente).

  3. Problemas con la relación médico-paciente (por ejemplo, una barrera del idioma, falta de negociación de un objetivo compartido para el encuentro).

Dadas las complejidades del proceso de entrevista, a menudo se encuentran problemas de más de una categoría en un solo encuentro.

El primer paso para resolver problemas es reconocer que la entrevista no va bien. El reconocimiento se facilita si el clínico evalúa la entrevista en referencia a sus dos funciones principales: la recopilación de datos y el establecimiento de una relación terapéutica de apoyo. Desde los primeros minutos de la entrevista el clínico se hace las siguientes preguntas:

¿He establecido una buena relación con este paciente?

¿Estoy ayudando al paciente a proporcionar un informe preciso e imparcial de la enfermedad?

¿He recopilado suficientes datos para hacer hipótesis diagnósticas precisas sobre los problemas del paciente?

El clínico también controla sus propias reacciones a la entrevista. La frustración, la ira o el aburrimiento pueden indicar una entrevista problemática.

Una vez que se reconoce un problema, el entrevistador utiliza el razonamiento clínico para establecer la naturaleza del problema y lo que puede haberlo producido. El esfuerzo por diagnosticar problemas en la entrevista es paralelo al proceso de diagnosticar los problemas que presenta el paciente o su queja principal. Como todos los procesos de diagnóstico, la definición del problema se basa en la observación de lo que dice el paciente y cómo lo dice. El clínico debe "dar un paso atrás" mentalmente para formular hipótesis sobre lo que está fallando en el proceso de comunicación. Por ejemplo, el entrevistador puede notar que el paciente parece deprimido y retraído, o tal vez confundido. Puede resultar evidente que el entrevistador se siente mal por el paciente, desaprueba su comportamiento o se ha distraído con pensamientos personales.

Una vez que se reconoce el problema y se generan hipótesis sobre su etiología, el clínico prueba soluciones a medida que avanza la entrevista. Puede ser necesario un examen del estado mental más completo con el paciente confundido junto con la decisión de entrevistar a la familia del paciente para verificar la confiabilidad de la historia. Es posible que se necesite un intérprete si hay una barrera del idioma. Puede ser necesario un estilo de entrevista menos directivo si aún no se han identificado los problemas del paciente. Puede emplearse una técnica más limitante si el paciente divaga. Es posible que se necesiten preguntas aclaratorias y muy dirigidas si la historia es vaga. Se pueden detectar las diferencias culturales y negociar un enfoque compartido. Las limitaciones del médico pueden definirse si el paciente hace solicitudes irrazonables (Quill).

Respuestas emocionales: tranquilidad y empatía

Con frecuencia, los problemas en la entrevista resultan de las reacciones emocionales del paciente ante la enfermedad y el encuentro médico. La mayoría de los pacientes experimentan una ansiedad considerable por su enfermedad y por visitar al médico. Otros pacientes tendrán sentimientos de ira o impotencia. Las respuestas varían según la gravedad de la enfermedad, las experiencias pasadas, la personalidad, el estrés actual y los apoyos. El paciente que parece reticente a hablar puede necesitar apoyo emocional. La escucha activa y sin prejuicios demuestra el interés y la preocupación del médico y anima al paciente a seguir hablando.

Se puede proporcionar tranquilidad a medida que avanza la entrevista en un intento de reducir la ansiedad del paciente. Declaraciones como "Cualquiera se enfadaría si no supiera la causa de su dolor" o "Esperar los resultados de la biopsia es bastante difícil para la mayoría de los pacientes" puede aumentar la autoestima del paciente y hacerle saber que todo está bien. compartir experiencias con el médico Evitar la falsa tranquilidad, la promesa poco realista de un resultado feliz.

Para obtener información precisa sobre temas cargados de emociones, el médico puede necesitar "extender la alfombra", invitando a las respuestas honestas del paciente. Los pacientes a menudo responden a la defensiva a preguntas como "¿Cuánto bebe?" minimizando la cantidad para complacer al entrevistador. Reformular la pregunta en un tono menos acusatorio brinda tranquilidad y una atmósfera de aceptación. "Algunas personas bajo estrés descubren que beben más de lo que les gustaría. ¿Alguna vez has experimentado eso?" Durante la historia sexual, los pacientes a menudo responden con más franqueza a la afirmación "Algunos pacientes con problemas cardíacos descubren que tienen dificultades con la función sexual. ¿Ha sido esto un problema para usted?" en lugar de "¿Cómo es tu vida sexual?"

La empatía está íntimamente relacionada con la tranquilidad. Las declaraciones empáticas comunican el reconocimiento por parte del médico de los sentimientos del paciente y proporcionan información que el entrevistador entiende. La empatía comienza cuando el entrevistador identifica el estado emocional del paciente. La siguiente declaración comunica el reconocimiento y la aceptación por parte del médico de los sentimientos del paciente y fomenta una mayor exploración de lo que está sucediendo: "Pareces triste cuando hablas de tu hijo. ¿Puedes contarme más sobre él?" Señalar la emoción del paciente es una forma de confrontación amable. Enfoca la atención en un aspecto de los sentimientos del paciente que ha sido comunicado a través de declaraciones o comportamientos. Dado que el médico puede señalar una emoción de la que el paciente no es consciente o que está a la defensiva, el momento adecuado es fundamental. El entrevistador debe estar preparado para una respuesta hostil o tal vez para la negación. La naturaleza de la respuesta depende de la personalidad del paciente y de la profundidad de la relación que se haya establecido.

Los pacientes a menudo lloran durante el transcurso de una entrevista médica. El entrevistador no tiene que apresurarse a detener las lágrimas. A menudo es mejor dejar pasar la tormenta, proporcionando tiempo para la liberación emocional que brinda el llanto. La entrevista puede entonces reanudarse con preguntas suaves. En general, es bueno evitar preguntas como "¿Por qué te sientes enojado (o triste) por eso?" En su lugar, trata de reformular la pregunta a: "Pareces enojado por eso. ¿Puedes contarme más sobre lo que ha estado pasando?". o "Dime de qué se tratan las lágrimas".

Puede ser necesaria una confrontación suave para abordar los problemas de comunicación entre el médico y el paciente. Por ejemplo, si el paciente parece reticente a hablar de temas que parecen importantes, esto se puede señalar de la siguiente manera. "Pareces reacio a hablar conmigo sobre tus problemas. Me pregunto si no estás seguro de si puedes o no confiar en mí... Para que yo pueda ayudarte, necesito saber tanto como sea posible sobre tus problemas... ¿Cómo crees que deberíamos proceder?". Estas declaraciones identifican el problema con una confrontación, sugieren una posible causa del problema (desconfianza), establecen la necesidad del médico de saber más e invitan a la participación del paciente para decidir qué curso tomará la entrevista. El principio de compartir los problemas en la entrevista con el paciente rara vez se practica pero suele ser eficaz.

Limitaciones de tiempo

Los médicos a menudo se sienten apurados para completar la entrevista y pasar a otras actividades. Las limitaciones de tiempo son una realidad en la medicina clínica y puede que no sea posible completar la recopilación de datos durante un solo encuentro. En muchos entornos, el médico tiene la oportunidad de volver al paciente una y otra vez para aclarar aún más la historia. Se puede alentar a los pacientes a reflexionar sobre sus recuerdos y aclararlos tanto como sea posible antes de la próxima visita.

Algunos pacientes parecen no darse cuenta de las restricciones de tiempo del médico. Debe abordarse el reclamo de un paciente al monopolio de los esfuerzos del médico. Un paciente dependiente puede expresar el deseo de pasar más tiempo con el médico, especialmente durante las visitas de seguimiento, al informar síntomas preocupantes (p. ej., sangrado rectal, dolor torácico por esfuerzo, sudores nocturnos) al final de la cita. Si es recurrente, este comportamiento enoja y frustra a la mayoría de los médicos y puede poner en peligro la relación médico-paciente. Una confrontación suave puede ser útil para modificar esta situación.

En las últimas visitas me ha hablado de síntomas preocupantes justo al final de su cita. Este es un problema real para nosotros porque no nos da la oportunidad de discutir estos problemas en profundidad. Me gustaría que decidiera sobre qué problemas le gustaría que me enterara antes de venir a su próxima visita. Le pediré la lista al comienzo de la cita. Dada la duración de sus citas, tendremos que decidir qué problemas podemos cubrir y cuáles tendrán que esperar hasta más tarde.

Esta declaración establece los límites del médico de una manera que también fomenta la participación activa del paciente para decidir cómo utilizar el tiempo programado.

Una revisión de problemas comunes

  1. Confundir el orden tradicional y rígido de la historia clínica escrita con el proceso real por el cual surge la información durante la entrevista médica.

  2. Confiar demasiado en preguntas dirigidas y cerradas. Este estilo desalienta las asociaciones del paciente y el informe espontáneo de los síntomas.

  3. Ignorar las respuestas emocionales y las preocupaciones del paciente durante el proceso de la entrevista.

  4. Reducir el alcance de la indagación demasiado pronto en la entrevista.

  5. Fracaso en aclarar las siete dimensiones de un síntoma en las propias palabras del paciente.

  6. Insistiendo en que la entrevista debe realizarse en una sola sesión. (Los médicos experimentados regresan al paciente una y otra vez para aclarar la historia).

  7. Limitar la lista de hipótesis diagnósticas antes de que se hayan recopilado los datos adecuados.

  8. Usar preguntas que son inductivas, demasiado complejas, dobles o poco claras.

  9. No seguir las cortesías básicas en la entrevista: falta de presentaciones claras, ignorar la comodidad del paciente y no establecer una atmósfera de confianza y confidencialidad.

  10. Incapacidad para obtener las propias ideas del paciente sobre la causa del problema y las fantasías del paciente sobre lo que hará el médico.

  11. Toma de notas que interrumpe el flujo de la entrevista.

Conclusión

Las referencias seleccionadas que siguen elaboran y amplían muchos de los conceptos discutidos aquí. Sin embargo, el estudiante debe recordar que los médicos aprenden a realizar entrevistas entrevistando a los pacientes, y la supervisión puede ser un elemento crítico en el proceso educativo.Ángel (1982)compararon aprender a entrevistar a pacientes con aprender a tocar un instrumento musical. Ambas tareas requieren práctica y una evaluación crítica, pero de apoyo, de cómo van las cosas. Una revisión de las grabaciones de audio o video puede ayudar al estudiante a observar y comprender el proceso de la entrevista. En ninguna parte de la práctica de la medicina es más importante la autoconciencia. El proceso de aprendizaje se extiende a lo largo de muchos años. Los mejores médicos encuentran nuevas razones para la emoción y la humildad con cada nuevo encuentro con el paciente, con el desafío de cada nueva entrevista. Siempre es bueno escuchar a un paciente decir: "Finalmente encontré un médico que realmente escucha mis problemas". entrevista centrada.

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La entrevista médica (2024)
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